https://www.youtube.com/watch?v=OCoQ5zwTlC4
Ellos no saben que cada vez que estoy a punto de comer un bocado de lo que sea estoy pensando en cuanto me va a engordar y cuanto me va a llevar para eliminarlo de mi cuerpo.
Ellos no saben que cuando me desvisto en frente al espejo , unos instantes antes de bañarme , examino mi cuerpo con asco de pies a cabeza.
Ellos no saben que juego a “Si yo fuera así..” mientras meto la barriga lo mas que puedo en frente al espejo y observo feliz como me vería si yo fuera delgada, o aprieto la masa corporal restante de mis brazos para ver como lucirían mas delgados.
Ellos no saben que lloro en los probadores cuando voy a una tienda de ropa y todo lo que me pruebo me queda horrible.
Ellos no saben que siento que todos me miran y piensan en lo gorda que soy cada vez que salgo y llevo puesto algo con lo que no me siento cómoda.
Ellos no saben que no uso shorts porque detesto mis gordas piernas, o que no uso tops porque aborrezco mi barriga.
Ellos no saben que no uso un bikini o no me baño en las piscinas o playas porque estoy avergonzada de mi cuerpo.
Ellos no saben que soy feliz cuando recuerdo que no comí en todo el día entonces ahora si puedo comer al menos algo , ya que no me va a engordar tanto.
Ellos no saben que estoy comparándome con otras chicas todo el tiempo.
Ellos no saben que los apodos como “rellenita” duelen.
Ellos no saben que para tener un desorden alimenticio no tienes porque ser delgada.
Ellos no saben que esto no son solo dietas, esto es un estilo de vida que no llegó a mi por decisión propia, llegó a mi en forma de demonio, en forma depensamiento invasivo, en forma de adicción, en forma de maldición.